El límite de Internet es un tema que está fuera de control. Jeff Jarvis no es para nada original ni novedoso con el tópico que escogió en su artículo Bill of Rights, pero se destaca al presentar soluciones para el asunto. Límites o libertad es una eterna discusión que abarca necesidades de expresión y revelación hasta riesgos de falsificar una identidad.
Para evitar ciertos riesgos que corremos los usuarios de la red, propone una declaración de derechos como conectarse, hablar, hablar en otras lenguas, ensamblar, actuar, controlar nuestros datos, controlar nuestra propia identidad y defender lo público como un bien público.
Para evitar ciertos riesgos que corremos los usuarios de la red, propone una declaración de derechos como conectarse, hablar, hablar en otras lenguas, ensamblar, actuar, controlar nuestros datos, controlar nuestra propia identidad y defender lo público como un bien público.
Si algo llama la atención es que en el siglo XXI el derecho a hablar y actuar continúen limitados. Vivimos en una sociedad que se glorifica por sus avances y sobre todo nos destacamos por los progresos tecnológicos, sin embargo seguimos retrocediendo. Queremos evitar la comunicación y la globalización, como ocurre con el conflicto Google-China.
Jarvis selecciona el ejemplo de Jhon Perry Barlow quien presenta la declaración de independencia del ciberespacio. Dice estar a favor de la libertad, pero es un punto medio. No es un descontrol absoluto sino que plantea ciertas restricciones para evitar la intervención de políticos y empleadores.
Lo que pretende es una forma de protejerse del control,¿podemos no ser controlados aunque sea en la web? Libertad es la palabra clave, no más reservas, pero por otra parte, que no todos sepan quien soy y que cuelgo.
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